No nos vencerán
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El reencuentro fue en las jaulas.
Están bien hechas, de acero
con los asientos de madera…
No puedo verlos, pero presiento
a los compañeros, a la compañera.
Ruge el camión, rueda
por las calles de la ciudad
con las jaulas dentro y con nosotros
metidos en ellas.
Ruge el camión, frena,
vuelve a rodar ¡que placer!
Así da gusto viajar.
Habla Pilar, responde Juan,
toma la palabra Montse,
María levanta su vocecita,
Pedro grita aún más,
Toni espera su turno,
falta uno… ¿dónde está?
Nos sentimos preocupados
pero contentos:
esta vez no nos han torturado.
La improvisada asamblea
pronto será disuelta.
Urge hacer el resumen.
No queda tiempo más
que para debatir
una sola propuesta:
¡No nos vencerán!
Que conste en acta:
con la ausencia de uno,
la propuesta es aprobada
por unanimidad.
Fresnes- Diciembre, 2000.